sábado, 29 de septiembre de 2007

Ver el mundo con nuevos ojos

“Este miércoles pase por el supermercado y me compre unos ojos nuevos”
Igual en el futuro esto será posible….pero ahora gracias a los avances en medicina es posible “renovar” nuestros ojos….Se trata de la cirugía láser que permite eliminar algunas deficiencias del ojo, como la miopía. Y yo esta semana decidí realizar esta operación y abandonar la “tiranía” de las gafas.
Después de una sorprendentemente corta operación, puedo ver el mundo con unos nuevos ojos directamente, sin un cristal entre la realidad y mi. Y puedo disfrutar de una perspectiva amplia sin el limite de las gafas.

Lo primero que deseaba ver en toda su plenitud era la salida del sol. Este año he disfrutado de varias salidas de sol mágicas.

Una fue en la costa de Tarragona desde una ermita situada en lo alto de la sierra del Montsant. Me había levantado a las 3 de la madrugada para hacer de control de un Raid de Aventura. Los equipos pasaban sobre las 5 después de una tramo nocturno de trekking. Entonces, después del esfuerzo y frenético ritmo de los corredores salió el sol sobre el mar como para volver las cosas a su ritmo normal y relajante. Fue un gran premio a haber madrugado tanto.

Otra memorable salida de sol fue en el Roc de la Lluna, mirador privilegiado sobre toda la extensión de las montañas de los Pirineos. También fue en un Raid de Orientación…pero esta vez la competitividad no era tan alta y pude compartir el rojo del cielo sobre las montañas con algún equipo de corredores.


Sin embargo, cuando aprendí a valorar el significado del nacimiento del sol fue en el castillo de Sant Miquel en Girona. Tuve una visita de una amiga extranjera y le ofrecí hacer alguna actividad. Sorprendentemente lo que más le apasionaba no era escuchar una opera en el Liceu o un baño en las aguas de la Costa Brava. Me pidió ver una puesta de sol sobre el mar. Yo accedí aunque sorprendido. Subimos a dormir con los sacos al castillo de San Miquel. mirador excepcional sobre el mar y las montañas del interior de Girona. Y al salir el sol nos levantamos a ver el amanecer. Ella miraba fijamente como la bola rojiza comenzaba a llenar el cielo. Para ella era un paisaje único. Me chocaba que algo que sucede cada día, algo cotidiano, fuera tan apasionante para ella. Entonces vi la belleza de esa salida sobre el mar que ella no podría disfrutar en su país donde no hay mar. Y sobretodo entendí, el significado de este hecho. Es el contraste entre la oscuridad y la luz. Es un hecho tan normal y sobrenatural al mismo tiempo. El sol es la vida y nos abre las puertas de un nuevo día. Es la fuerza de la naturaleza.

Desde entonces intento alguna vez al mes levantarme antes e intentar ver el nacimiento del sol para sintonizar con el ciclo de la naturaleza y de la vida. Nos pasamos el día trabajando y ahora en invierno entramos en la empresa de noche y salimos muchas veces en oscuridad. Y no percibimos este cambio tan profundo de la noche al día. No seguimos este ciclo vital que hace posible la vida en nuestro planeta.

Hoy quise ver el nacimiento del sol con mis nuevos ojos sin distorsiones. Madrugué y subí a lo alto del la montaña del Moncau de 1.050m . Sin embargo, la niebla no me dejo disfrutar del espectáculo. Pero el cantar de los pájaros, el olor a la hierva húmeda y el sentir del fresco viento sobre mi cara compensó lo que mi vista no ha podido esta vez ver. Pero sé que mañana tendré otra oportunidad para mis ojos….

Buen nacimiento de día a todos

Dani :-)

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